los 144.000 y su identidad
LOS 144.000 Y SU IDENTIDAD EN APOCALIPSIS 7
Roy E. Graf Maiorov Facultad de Teología – UpeU
Introducción
Apocalipsis 7 presenta un grupo de 144.000 que deben ser sellados en sus frentes aparentemente en un contexto escatológico. Este grupo ha alimentado la imaginación de generaciones de intérpretes del Apocalipsis que han realizado ingentes esfuerzos por identificarlos. Algunos han sostenido que se trata del número de fieles que gobernarán con Cristo desde el cielo a una gran multitud de salvados que vivirán aquí en la tierra. Otros sostienen que se trata de 144.000 predicadores israelitas vírgenes que predicarán durante un período de gran tribulación antes de la segunda venida de Cristo a un mundo impenitente. Otros, en fin, sostienen que los 144.000 son un número simbólico que representa al pueblo de Dios. Los 144.000 también han sido tema de discusión entre los adventistas a través de su historia. Ha habido quienes han considerado a los 144.000 un número literal y otros quienes los han considerado un número simbólico.1 A su vez hay quienes han sostenido que este grupo puede ser identificado con la “gran multitud” mencionada a partir del v. 9, en tanto otros piensan que son dos grupos, a la par que resaltan las diferencias mencionadas en el texto. Un tercer grupo ha afirmado que los 144.000 son parte de la gran multitud, aunque no el total. El Comentario bíblico adventista sostiene que “los adventistas del séptimo día generalmente se han inclinado por el segundo punto de vista”.2 Las dificultades para identificar a este grupo especial junto al mal uso que se ha hecho de algunas interpretaciones del mismo por parte de grupos disidentes o divisivos, puede hacernos suponer que arribar a cualquier conclusión sobre la identidad de los 144.000 es una imposibilidad práctica. Sin embargo, un re-examen de la evidencia bíblica, tal vez pueda ayudarnos a comprender que la identidad de los 144.000 en Apocalipsis no es tan elusiva como podría pensarse. Pero para llegar a alguna conclusión necesitamos tener en cuenta dos cosas: En primer lugar, es necesario partir de sólidos principios de interpretación bíblica y profética. En segundo lugar, hay que reunir toda la evidencia del contexto y del texto.
Principios básicos de interpretación profética
El principio de la Biblia como su principio intérprete, sin embargo, nos lleva a reconocer un segundo principio llamado a menudo el principio “eclesiológico”. Este principio sostiene que el Nuevo Testamento considera a la iglesia como el Israel Espiritual. Tal es el caso de pasajes como Rom 4 (donde se menciona la descendencia espiritual de Abraham, “la que es de la fe de Abraham”,1 v. 16), Rom 9:6-8 (“no los que son hijos según la carne son hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes”), Rom 11:5 (los gentiles constituyen “un remanente espiritual escogido por gracia”), Ef 3:4-6 (“los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo”, v. 6), Gál 3:29 (donde Pablo les dice a los cristianos de origen gentil “linaje de Abraham sois”), Gál 4:29 (los gentiles son “hijos de la promesa”), Gál 6:16 (los cristianos gentiles son llamados “el Israel de Dios” [donde la palabra para “y” puede ser traducida como “esto es”]), 1 P 2:9, 10 (los gentiles son ahora “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” y también se los llama “pueblo de Dios”), y otros.2 Para el Nuevo Testamento, las promesas del Pacto dadas a Israel se aplican ahora a la iglesia en forma espiritual.3 Eso es particularmente visible en la epístola a los Hebreos. Por lo tanto las promesas de restauración futura dadas por Dios a Israel en el Antiguo Testamento, ahora son aplicadas a la iglesia (comparar por ejemplo Joel 2:32 con Hebreos 12:22-24). La iglesia es ahora el verdadero Israel de Dios (Gál 6:16). Las promesas dadas al Israel literal tenían un carácter étnico y geográfico. En el Israel espiritual, sin embargo, esas promesas se cumplen de manera espiritual y universal.4
Clarificando la identidad de los 144.000

Los 144.000 (vv. 1-8) La gran multitud (vv. 9-17) 1. “Y oí, v. 4 1. “Miré”, v. 9 2. El número”, v. 4 2. “La cual nadie podía contar”, v. 9 3. “ciento cuarenta y cuatro mil”, v. 4 3. “una gran multitud”, v. 9 4. “de los hijos de Israel”, v. 4 4. “de todas las naciones”, v. 9 5. “de todas las tribus”, v. 4 5. “y tribus y pueblos y lenguas”, v. 9 6. “sellados”, v. 4 6. “vestidos de ropas blancas”, v. 9 7. Cuatro vientos que hacen daño a la tierra, al mar y a los árboles, vv. 1, 2 7. “gran tribulación”, v. 14
Durante su estancia aquí en la tierra, justo antes de la segunda venida de Cristo y su ascensión a los cielos. El segundo, es el mismo grupo pero ya en el cielo adorando a Cristo (el Cordero) frente al trono de Dios. La identificación entre los 144.000 y la gran multitud también encuentra apoyo cuando se comparan otros textos entre sí. Apocalipsis 14:2 señala que Juan oyó “una voz del cielo como estruendo de muchas aguas” y “como sonido de un gran trueno” producida evidentemente por los 144.000 (v. 1). Su voz es también como la de “arpistas que tocaban sus arpas” (v. 2) y cantan un cántico nuevo delante del trono” (v. 3). En el capítulo 15, Juan ve a quienes entonan ese cántico llamado el cántico de Moisés y del Cordero (v. 3), con las arpas de Dios (v. 2) y se dice de ellos que han “alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre” (v. 2). En otras palabras, han pasado por la gran tribulación. En Apocalipsis 19:2, 6, Juan destaca que oyó “la voz de una gran multitud” que, al igual que los 144.000 en 14:2, produce un sonido como “el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos”.
Elena de White, los 144.000 y la gran multitud
Contrariamente a lo que algunos podrían suponer, varias declaraciones de Elena de White apuntan en la dirección de identificar a los 144.000 con la gran multitud, lo que favorece una interpretación simbólica de los 144.000. En El conflicto de los siglos, 707, Elena de White identifica a los 144.000 diciendo que “son ‘éstos [los 144.000], los que siguen al Cordero por donde quiera que fuere’ [Ap 14:4]… ‘Estos son los que han venido de grande tribulación’ [Ap 7:14]; han pasado por el tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha habido nación…”1 En realidad, “los que han venido de grande tribulación” son la gran multitud, pero esta expresión es aplicada aquí por Elena de White a los 144.000. Este fenómeno se repite en otras declaraciones de Elena de White.2
En conclusión
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1. 1. Ver Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista, trad. Víctor E. Ampuero Matta (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), 7:798-799. En adelante CBA.
2. CBA, 1:800. Sobre el segundo punto de vista, véase también Loron T. Wade, El futuro del mundo revelado en el Apocalipsis (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1990), 114-117.
1. 3. El dispensacionalismo, una variante del futurismo profético muy difundido en el mundo evangélico, fue iniciado por John N. Darby (1800-1882) en Inglaterra y a su popularización contribuyó Cyrus I. Scofield (1843-1921) en Estados Unidos. Sostienen que la historia de la salvación está dividida en “dispensaciones” o economías de la salvación. Actualmente nos encontraríamos en la dispensación de la gracia. La dispensación anterior fue la de la ley, en la cual Israel fue adoptado como pueblo de Dios. Con Israel Dios hizo un pacto y le asignó una serie de promesas de gloria futura. Según los dispensacionalistas, esas promesas, serían incondicionales, por lo tanto para ellos Israel fue y sigue siendo el verdadero pueblo Dios. La iglesia no sería el Israel espiritual del nuevo pacto sino una especie de “pueblo provisorio” que Dios ha levantado debido a que Israel ha rechazado al Mesías. Sin embargo Dios tendría proyectado restaurar a Israel como el verdadero pueblo del pacto durante el milenio, la siguiente “dispensación”, que según este punto de vista transcurrirá aquí en la tierra y no en el cielo. Dos son los pilares de este sistema de interpretación bíblica tan popular entre los evangélicos: La distinción radical entre Israel y la iglesia (Israel sigue siendo el pueblo de Dios) y la interpretación literal de la Biblia (aun cuando el contexto a menudo sugiera otra cosa). Para los dispensacionalistas, todas las referencias a Israel en el Nuevo Testamento se refieren siempre al Israel literal y no al Israel Espiritual, la iglesia. Como se verá a continuación, estos principios de interpretación, no son bíblicos. Para una exposición concisa pero completa del punto de vista dispensacionalista sobre los eventos finales véase Norman Gulley, ¡Cristo viene! Un enfoque cristocéntrico de los eventos de los últimos días, trad. David P. Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2003), 76-97.
1. 5. En este trabajo las citas bíblicas han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada 1960.
2. 6. Para una presentación más extensa del principio eclesiológico véase Hans K. LaRondelle, The Israel of God in Prophecy. Principles of Prophetic Interpretation (Berrien Spring, MI, Andrews University Press, 1983), 98-123.
3. 7. Véase al respecto David P. Gullón, Compendio de escatología bíblica ([Libertador San Martín], Universidad Adventista del Plata, 1998), 3-6.
1. 9. LaRondelle ha señalado que esencialmente esta pregunta es la misma que se encuentra en Jl 2:11; Nah 1:6 y Mal 3:2. En cada una de estas referencias, “el profeta contestó su pregunta diciendo que la única manera de permanecer en pie en el día de la ira es teniendo un arrepentimiento verdadero (Joel 2:12-27; Nah. 1:7; Mal 3:3, 4)”. Hans K. LaRondelle, Las profecías del fin. Enfoque contextual-bíblico, trad. David P. Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999), 151.
2. 10. Véase ibíd., 150.
3. 11. Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ. Commentary on the Book of Revelation (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2002), 258.
4. 12. Comparar 16:2-3 con 8:7-9, en donde en donde la tierra, el mar y los árboles reciben las plagas que acompañan a las dos primeras trompetas.
13. Comparar con Dn 11:44, Mt 24:27.
1. 14. LaRondelle, Las profecías del fin, 156. La cursiva es del original.
2. 15. Véase Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, 257, 258 para más referencias del Antiguo Testamento a Dan y Efrain.
17hay que recordar que 200 millones es probablemente una cifra superior para toda la poblacion dedo conocido en tiempos de Juan.
1. 18. Comparar con Apocalipsis 19:8, 14, 20. La palabra griega para mil (jiliás) puede entenderse a la luz de su equivalente hebreo en el Antiguo Testamento (heb. ‘eleph), que no solamente significa “mil” sino que también puede hacer referencia a unidades militares como las que conformaban el ejército israelita. “Ya que los 144000 están a punto de pasar por la gran tribulación, es natural y muy apropiado entender a los santos sellados del capítulo 7 en términos de un ejército organizado en las unidades modeladas según el antiguo sistema militar de Israel” (Stefanovic, Revelation of Jesus Christ,256).
2. 19. Ibíd, 264.
3. 20. Ibid.
21. Este cuadro ha sido tomado, con algunas adaptaciones formales, de Beatrice S. Neall, “Buenas nuevas acerca de los 144.000”, Revista Adventista, junio 1989, 6.
22. Elena G. de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1993).
23. Un fenómeno similar se puede detectar también en Notas biográficas, 73, 74; Testimonios selectos.1:62,63; en Biblioteca electrónica:Fundamentos de la Esperanza, CD- ROM, versión 1.0 (Miami: Folio VIP Electronic Publishing, 1992-1993). Folio e-book.